Sobre mi

Me presento: soy Jose Mari Ardanaz Ezcurdia 

Cuando terminé mi primer Camino de Santiago descubrí que lo que lo convierte en un lugar especial, lo que lo llena de magia, no son sus miles de años de historia, sus leyendas, su monumentalidad… No. La magia del Camino son los peregrinos que lo recorren y llenan sus venas de vida: sus historias, sus motivos, sus deseos y esa hermandad inconcebible en otros lugares que hace que se venzan lenguas, credos o culturas y se hablé sólo ‘empatía’ y ‘solidaridad’. Esas dos cosas de las que el mundo está tan necesitado.

Desde ese momento sabía que quería más. Más Camino -ya llevo cuatro Caminos- y más peregrinos -aquí está ‘Camino people’ para encontrarme con ellos-. Sabía que mi pasión por el Marketing  -soy EMBA por ESIC– por los ordenadores -tengo una ingeniería en informática– las redes sociales y esa manía que tengo de meter las narices en casi todo en busca de una buena historia, podían conjugarse de alguna manera, sumarse para conseguir algo bonito que me hiciera feliz.

Y aquí estoy, haciendo realidad ese sueño y, si puedo, haciendo realidad el tuyo.

Podemos hablar de ese camino que tienes pendiente -no te preocupes por el idioma, que soy bilingüe en inglés y castellano y ahí estamos peleando con el chino-. Nos tomamos un expreso -una de mis pasiones- o una buena cerveza (IPA a ser posible) y vemos qué necesitas y como puedes dar forma a ese sueño. Te advierto de que soy un friki del orden y no creo que se nos escape nada.

Pero si lo que te ronda por la cabeza es buscar una manera de vivir que te mantenga cerca del Camino, también podemos hablar. Soy formador y coach de emprendedores, pase por el programa de emprendimiento de  Pamplona Emprende, he sido seleccionado para el programa Calle Mayor Coliving coworking del Ayuntamiento de Pamplona y colaboro con el programa Diversity for Equality . Fui uno de los participantes en el Africa Basque Challengue que busca fomentar el emprendimiento entre Africa y el país Vasco, toda una experiencia en lo personal y toda una lección que nos permite entender que las cosas sólo son difíciles si las queremos difíciles.

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